La Comorbilidad entre la adicción y otros trastornos mentales ¿Qué es la comorbilidad? La “comorbilidad”, también conocida como “morbilidad asociada”, es un término utilizado para describir dos o más trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona. Pueden ocurrir al mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica que hay una interacción entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de ambas. ¿La drogadicción es una enfermedad mental? Sí. La adicción cambia al cerebro de manera fundamental, interrumpiendo la jerarquía normal de las necesidades y los deseos, y sustituyéndolos con nuevas prioridades relacionadas con la obtención y el consumo de drogas. Los comportamientos compulsivos resultantes, que debilitan la capacidad para controlar los impulsos a pesar de las consecuencias negativas, son similares a las características básicas de otras enfermedades mentales. ¿Con qué frecuencia se da la comorbilidad entre la drogadicción y otras enfermedades mentales? Muchas de las personas adictas a las drogas también reciben el diagnóstico de otros trastornos mentales y viceversa. Por ejemplo, en comparación con la población en general, los toxicómanos tienen el doble de probabilidad de sufrir trastornos en sus estados de ánimo o niveles de ansiedad, lo cual también puede suceder a la inversa. ¿Por qué a menudo estos tipos de trastornos son concurrentes? Aunque los trastornos de la drogadicción suelen ocurrir concurrentemente con otras enfermedades mentales, esto no quiere decir que una causa la otra, aun cuando una de ellas aparezca primero. De hecho, puede ser difícil establecer cuál de las enfermedades vino primero y por qué. Sin embargo, las investigaciones sugieren las siguientes posibilidades como razones por las que es común que estas enfermedades se den de manera concurrente: § El abuso de drogas puede provocar los síntomas de otra enfermedad mental. El hecho de que algunos usuarios de marihuana con vulnerabilidades preexistentes exhiban un mayor riesgo de desarrollar psicosis sugiere esta posibilidad. § Los trastornos mentales pueden conducir al abuso de drogas, posiblemente como una forma de “automedicación”. Por ejemplo, los pacientes que sufren de ansiedad o depresión pueden depender del alcohol, el tabaco u otras drogas para aliviar temporalmente sus síntomas. Estos trastornos también pueden ser causados por factores de riesgo compartidos, tales como: § La superposición de vulnerabilidades genéticas. Hay factores genéticos que pueden predisponer a una persona a que sea susceptible tanto a la adicción como a otros trastornos mentales o que tenga mayor riesgo para un segundo trastorno una vez que aparezca el primero. § La superposición de factores desencadenantes en el entorno. El estrés, el trauma (tal como el abuso físico o sexual) y la exposición temprana a las drogas son factores comunes en el entorno que pueden conducir a la adicción y a otras enfermedades mentales. § La participación de regiones similares del cerebro. Por ejemplo, los sistemas del cerebro que responden a la gratificación y al estrés se ven afectados por las drogas y pueden mostrar anomalías en los pacientes con ciertos trastornos mentales. § Los trastornos por consumo de drogas y otras enfermedades mentales son trastornos del desarrollo. Esto significa que a menudo comienzan en la adolescencia o incluso a una edad más temprana, que son los periodos cuando el cerebro experimenta cambios radicales en su desarrollo. La exposición temprana a las drogas también puede cambiar el cerebro de tal manera que el riesgo de sufrir trastornos mentales sea más alto. Además, cuando existen síntomas tempranos de un trastorno mental puede ser una indicación de que exista un mayor riesgo de toxicomanías más adelante. ¿Cómo se diagnostican y se tratan estos trastornos comórbidos? La alta tasa de comorbilidad entre los trastornos por consumo de drogas y otras enfermedades mentales requiere de un enfoque integral que identifique y evalúe a ambos trastornos. Consecuentemente, cualquier persona que busca ayuda para una toxicomanía u otro trastorno mental, debería ser examinada y tratada para ambos trastornos simultáneamente. Existen varias terapias conductuales prometedoras para el tratamiento de los trastornos comórbidos. Se pueden ajustar estos enfoques para tratar a los pacientes de acuerdo a su edad, la droga específica que consumen y otros factores. Algunas terapias han mostrado ser más eficaces para tratar a los adolescentes mientras que otras han mostrado mayor eficacia en el tratamiento de adultos; ciertas terapias están diseñadas para las familias y los grupos, mientras que otras lo están para las personas individuales. Si bien existen varios medicamentos para tratar la adicción a los opioides, el alcohol y la nicotina y para aliviar los síntomas de muchas otras enfermedades mentales, la mayoría de ellos no han sido estudiados a fondo en poblaciones de pacientes con enfermedades comórbidas. Algunos medicamentos pueden ayudar a aliviar varios problemas. Por ejemplo, hay evidencia que sugiere que el bupropión (también conocido por sus nombres comerciales como Wellbutrin o Zyban), que fue aprobado para tratar la depresión y la dependencia a la nicotina, también puede ayudar a reducir el deseo vehemente y el consumo de las metanfetaminas. Sin embargo, aún se requieren más investigaciones para comprender mejor cómo actúan estos medicamentos, especialmente cuando se usan, solos o en forma combinada, en personas con enfermedades comórbidas. Otras fuentes de información Para más información en inglés sobre la comorbilidad entre las toxicomanías y otras enfermedades mentales, puede ir a: |